En una lejana galaxia perdida, el Fénix y el Escorpión, como buena pareja de acechadores, acorralaron al Sapo-P.
—¡Decide! ¿Te quemo yo o te pica Escorpión? Pronto, tenemos hambre.
—Decídanlo ustedes. Me da lo mismo. Mi astrólogo dijo: quien te queme morirá envenenado y quien te envenene morirá quemado.
El Fénix y el Escorpión comenzaron a discutir.
—¡Quémalo!
—¡Pícalo, pícalo!
—¡Quémalo tú!
El Escorpión picó al Fénix y éste quemó al Escorpión.
El Sapo-P brincó y se comió a los dos muertos, incluyendo sus trajes espaciales.
Moraleja: no creas en los Sapos-P, ellos siempre mienten y además no consultan astrólogos.
© 2018 Joseín Moros
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Conversación en la Forja
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